Inside the World’s Toughest Prisons
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Inside the World’s Toughest Prisons
En la prisión de Kylmäkoski de Finlandia, Raphael conoce a los violentos reclusos del ala de población general. Entre tanto, un recién llegado sufre un ataque.
Raphael ingresa a la prisión checa de Plzeň, donde muchos reclusos lidian con la adicción a la metanfetamina. Allí descubre que algunos hábitos son difíciles de cambiar.
Raphael logra visitar la prisión de Bangli en Indonesia, donde los delincuentes por drogas participan en un programa de rehabilitación obligatorio y se usa el aislamiento como castigo.
En la prisión de máxima seguridad de Rove, muchos reclusos cumplen condenas por agresiones sexuales y deben sobrevivir en condiciones nefastas y con recursos limitados.
Mientras visita Moldavia, Raphael Rowe se adentra en la Penitenciaría 17, una prisión de máxima seguridad donde más de cien condenados cumplen cadena perpetua.
La Prisión Central de Nicosia, en Chipre, se ha transformado radicalmente en los últimos años. Pero ¿todos estos cambios son para bien?
En la prisión de Zenica en Bosnia y Herzegovina, Raphael Rowe queda encerrado entre internos que van desde capos del crimen organizado hasta asesinos despiadados.
Raphael Rowe investiga una de las prisiones de máxima seguridad más superpobladas de Grecia, donde viven algunos de los criminales más peligrosos del país.
En la prisión de máxima seguridad de Brandvlei, Sudáfrica, casi todos los reclusos pertenecen a violentas pandillas conocidas por sus apuñalamientos letales.
Una vez más, Raphael Rowe se encarcela voluntariamente. Esta vez, en la prisión de Manila en Filipinas, una de las cárceles más sobrepobladas del mundo.
La prisión de máxima seguridad de Nuuk, Groenlandia, alberga a delincuentes muy peligrosos, muchos de los cuales crecieron con los guardias que ahora los supervisan.
Raphael Rowe pasa una semana tras las rejas en la penitenciaría paraguaya de Tacumbú, donde los reclusos revuelven la basura para solventar sus necesidades.
La prisión de Schwalmstadt, una fortaleza del siglo XII, alberga a los peores criminales de Alemania, y muchos de ellos participan en intensas sesiones de terapia.
La prisión de máxima seguridad de Melrose está ubicada en la isla tropical de Mauricio. Allí, incluso la más mínima infracción se paga con un castigo extremo.
Rowe, nervioso, enfrenta a agresivos compañeros de celda en el instituto correccional de Maseru, donde un elevado número de reclusos cumple su condena por violación.
Raphael Rowe sabe cómo es la vida tras las rejas, pero La Reforma de Costa Rica es definitivamente una de las cárceles más intimidantes del mundo.
Durante su estadía en una prisión de Bogotá, Raphael Rowe debe adaptarse a la atmósfera opresiva y enfrentar una amenaza inquietante.
Raphael Rowe pasa una semana en una prisión de máxima seguridad en Craiova, Rumania, donde los reclusos incluyen a violadores y asesinos a sueldo.
Muchas cárceles quieren castigar y degradar a los reclusos. La prisión de Halden, en Noruega, hace las cosas de otra forma y Raphael Rowe está ahí para presenciarlo.
El periodista de investigación Raphael Rowe pasa unos días como guardia y prisionero en una cárcel repleta de pandillas en Brasil.
Una cárcel de Ucrania está administrada por un equipo insuficiente que les permite a los prisioneros pasear libremente por el terreno, a menudo con armas peligrosas.
Raphael Rowe visita una prisión con escasez de personal en Papúa Nueva Guinea, donde la constante falta de comida mantiene a este centro penitenciario al borde del caos.
En una cárcel en Belice, a los prisioneros les dicen que la rehabilitación llegará a través de Dios. Raphael Rowe investiga si esta propuesta evangélica funciona.
Connolly ingresa por una semana en la prisión de Danlí, en Honduras, donde los prisioneros más peligrosos están armados y trabajan en colaboración con los guardias.
Connolly "cumple una condena" en la prisión de máxima seguridad de Piotrków, en Polonia, donde sus residentes más habituales deben permanecer en la celda 23 horas al día.
La prisión El Hongo, en México, alberga asesinos, sicarios, jefes narcos y, por una semana, también a Paul Connolly, quien experimentará la típica rutina de un recluso.
Connolly ingresa en dos prisiones de las Filipinas, donde la superpoblación, las pandillas y la intimidación están a la orden del día.
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